Después de esto, me pareció escuchar en el cielo las fuertes voces de muchísimas personas, que gritaban:
¡Que todos alaben al Señor! Nuestro Dios es poderoso, y nos ha salvado. Por eso le pertenecen el poder y la gloria, porque Dios juzga con justicia y de acuerdo con la verdad.
Castigó a la gran prostituta, que enseñó a todo el mundo a adorar a dioses falsos. Fue castigada por haber matado a los servidores de Dios.
Después volvieron a decir:
¡Que todos alaben a Dios! Pues el humo del fuego que hace arder a la gran prostituta, nunca dejará de subir.
Los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se inclinaron hasta tocar el suelo, diciendo: ¡Así sea! ¡Que todos alaben a Dios! Y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono.
Entonces oí una voz que venía del trono, la cual decía:
¡Que todos alaben a nuestro Dios! ¡Que lo alabe todo el mundo, los poderosos y los humildes, los que lo sirven y lo honran!
( Apocalipsis 19:1-5 )
*Jesús te ama, Dios te bendiga! Jesús murió por nuestros pecados, fue sepultado y resucitó!
( Romanos 10:9 ) que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.